miércoles, 26 de febrero de 2014

Visita a Dinastía Vivanco

En el post de hoy inauguramos en Vinateros la sección Bodegas. En ella iremos comentando las visitas a distintas bodegas que vayamos realizando. Comenzamos con una de las más selectas de vino Rioja, Dinastía Vivanco.


Dinastía Vivanco se encuentra en Briones (La Rioja) y cuenta con unas instalaciones enmarcadas entre la Sierra de Cantabria y el río Ebro, en la Finca El Cantillo, viñedo en el que se encuentran uvas Tempranillo, Graciano o Mazuelo entre otras variedades.

Lo más curioso de la instalación reside en que el edificio de la bodega se encuentra subterráneo: desde la bodega explican que de esta manera eliminan la menor parte posible de viñedo, minimizando el impacto ambiental, y además favorecen las condiciones de temperatura y humedad constantes durante todo el año para la elaboración del vino.


Sin entrar en detalles técnicos (que podéis descubrir si visitáis la bodega), durante la visita nos explicaron detalladamente las instalaciones de que disponen, la tradición de esta familia bodeguera, la inversión millonaria llevada a cabo y la manera en que elaboran su vino con la más alta tecnología sin dejar de lado la tradición.


En estas fotos podemos ver los depósitos donde se realiza la fermentación así como la espectacular sala de barricas para la crianza.

Además, la bodega cuenta con el Museo de la cultura del vino (con exposiciones permanentes), con su Jardín de Baco (donde podemos ver cientos de variedades de uva clasificadas por tipo), así como de restaurante y tienda.


Por último, al final de la visita pudimos catar, al tiempo que nuestro guía explicaba las características, varios de sus vinos: Dinastía Vivanco Crianza, Dinastía Vivanco Reserva y un monovarietal Dinastía Vivanco Colección.

El precio de la visita a la bodega Dinastía Vivanco es de 9 euros por persona, y si se prefiere visitar además el Museo de la cultura del vino se pueden hacer ambas actividades por 15 euros. Sin duda, una maravilla enoturística por enclave, estética, instalaciones y profesionalidad de la que disfrutar en La Rioja.

Desde nuestra opinión una de las mejores bodegas que hemos visitado, con un precio asequible dada la perfecta atención que recibimos de nuestro guía, la duración de la visita, las instalaciones y la calidad del vino a degustar en la bodega. Como es natural, al final del día aprovechamos para comprar vino del que hablaremos más adelante en Vinateros.

viernes, 14 de febrero de 2014

Care Rosado 2012

Hoy, rosado aragonés con mucho arte.


Care Rosado 2012 es un vino elaborado por Bodegas Añadas en Cariñena (Zaragoza), perteneciente a la D.O. Cariñena, la D.O. más antigua de Aragón.

Este rosado se obtiene de uvas de las variedades Tempranillo (50%) y Cabernet Sauvignon (50%), procedentes de viñedos de la zona.

De color rosa frambuesa brillante, y con 13% de graduación, tiene un intenso aroma a frutos rojos. Combina bien con arroces, pastas o carnes blancas, y como otras veces hemos comentado, como aperitivo sólo o acompañado de un buen pincho. Es importante servirlo frío, entre 7º y 9ºC. Su precio oscila entre los 4,50 y los 5,50 euros.

Un vino sabroso, con una imagen moderna, y con una etiqueta que en sí misma es una obra de arte de Enrique Torrijos (al igual que cada tipo de vino de esta bodega). En adelante seguiremos hablando de Care, ya que tiene más vinos interesantes que descubrimos durante nuestra visita a sus instalaciones.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Gran Feudo Blanco Dulce de Moscatel 2006

Hablaremos hoy de un moscatel navarro.


Gran Feudo Blanco Dulce de Moscatel 2006 es un vino elaborado por Bodegas Gran Feudo de Julián Chivite en Cintruénigo (Navarra), (de la que ya hablamos en un post anterior) de la D.O. Navarra.

Este blanco dulce se obtiene de uvas Moscatel de grano menudo propias de la bodega vendimiadas en la zona, que le aportan todo el carácter de esta variedad.

De color amarillo dorado y con 12 % de graduación, pasó por barricas de roble francés antes de ser embotellado. Tiene un aroma muy intenso del moscatel con matices de flores y en boca es suave y fresco, con un final largo y potente de fruta y un poco de madera. Es un vino que se sirve frío (de 8º a 10ºC) y normalmente como acompañamiento de un buen postre. La botella de 50 cl. valía unos 7 euros.

Dentro de los vinos dulces no resulta caro, ya que es un vino que equilibra muy bien los sabores ácidos y dulces, y muy persistente en boca, por lo que merece la pena disfrutarlo. Quizá cuando lo abrimos había pasado su mejor momento, pero seguía guardando la frescura y el punto justo de dulzor que se espera de estos vinos. Probaremos las nuevas añadas (que vienen con imagen renovada) para comprobar su evolución.